Al leer “Dios obra en toda situación” me viene
siempre el lado positivo en la cabeza, pero en mi vida no fue así…
En
11 de diciembre de 2018 sufrí un asalto. No me lo creí a principio
porque siempre suplicaba la protección divina antes de salir para
cualquier lugar, pero hoy escribo con la certeza de que fue con el
consentimiento de quien todo ve.
Mi
marido tenía ganas de trabajar en otro país. Teníamos una palabra
profética. Y yo seguía insistiendo en no salir del lugar. Hasta que
un día, después del ocurrido, supe que tenía de irme.
Si
amas a Dios de corazón, hasta algo que te parece malo puede estar dispuesto para tu bien.
Que
nuestro corazón pueda dar gracias al Creador.
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